[ Delicadeza y potencia ]

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Para los que pensaban que el rock progresivo noventero era una falta de respeto al progresivo original... les presento a Änglagård.

Estos suecos se formaron a inicios de los 90' y en 1992 lanzaron su primer disco Hybris.

Pero del que voy a hablar es su segundo disco Epilog (1994); una obra maestra, igual que Hybris, pero en este disco consiguen un sonido más unido, caracterizado por tener finos detalles compositivos, una onda sonora folclórica, y una complejidad interpretativa asombrosa.





Y es que quedar perplejo al escuchar este disco es lo más normal del mundo, y no es por nada.

El disco comienza con una oscura melodía en piano, Prolog, la cual no dice mucho de lo que será el resto del disco. Le sigue la no menos oscura Höstsejd, que con su teclado, violines y cellos nos dejan aún en esa atmósfera algo tenebrosa.

Y por fin el disco comienza en serio con Saknadens Fullhet, la primera de 3 grandes piezas en las que se logra sentir la maravilla musical que estos tipos (y una tipa) nos regalan.

Ahh... los suecos. :)

Estas 3 grandes piezas (Saknadens Fullhet, Skogsranden y Sista Somrar) tienen sus altibajos; suelen variar de intensidad constantemente, pero cuidado ! que en cualquier momento te pueden sorprender y el unísono de los instrumentos te hará poner más atención.

Y está la bizarra y mequetrefe, diría yo, Rösten... una grabación de algún sonido que alguien capturó cuando encendió su micrófono, al cual sólo le quedaban 15 segundos de batería.

Luego de lanzar este increíble disco, la banda se separó.. así de simple; se separó.

No sé por qué Dios nos hizo esto, digo, no hay razón, si iban encaminados a ser una de las más grandes bandas progresivos de los noventa.

Una razón más para ser ateo.

Yo no sé ustedes, pero yo veo una cara ahí...

Änglagård - Epilog (1994)

Provecho.